La movilidad en zonas rurales sigue mirando hacia otro lado

Con los pueblos y zonas rurales, la movilidad sigue mirando hacia otro lado. Es necesario reconvertir el transporte público, pero nadie lo está haciendo

Cada vez es más necesario reconvertir el transporte público en las zonas rurales, pero nadie lo está haciendo. Los pueblos son los grandes olvidados de la reconversión del transporte privado a un modelo público y sostenible.

La movilidad en zonas rurales sigue siendo la gran olvidada de las políticas públicas. Mientras las ciudades experimentan transformaciones ambiciosas en clave de sostenibilidad, digitalización y conectividad, muchos pueblos de España no disponen ni de una parada operativa, ni de un horario funcional, ni de alternativas reales al coche privado.

En este contexto, iniciativas como las I Jornadas Nacionales de Movilidad Rural celebradas en Guadix ofrecen una oportunidad clave para visibilizar una realidad que afecta directamente a millones de personas en todo el país.

Cuando el transporte público no llega, el territorio se vacía

Durante el evento celebrado en Granada, se defendió con firmeza que “la movilidad sin coche privado debe ser un derecho fundamental en todo el territorio”, según informó Granada Hoy hace solo unas semanas. (Un tema candente, que seguía vigente durante els Congreso ITS 2025 en Sevilla, también.).

No se trata de modernizar por estética o por emular lo que se está haciendo en las grandes capitales de provincia, sino para garantizar equidad territorial, acceso a servicios básicos y derechos sociales fundamentales.

Los expertos allí reunidos reclamaron un cambio eficiente y estructural en la coordinación y ejecución de las políticas de transporte rural. En lugar de grandes operadores centralizados, se propuso avanzar hacia modelos de gestión que incluyan a mancomunidades, pequeños municipios o consorcios flexibles, capaces de diseñar soluciones adaptadas a cada realidad local. Así, en las propias jornadas, se habló de innovación, colaboración y nuevos marcos normativos.

Escasa movilidad en las zonas rurales

La brecha entre lo urbano y lo rural es clara.

Según un estudio reciente publicado en El País, las personas que viven en zonas rurales tienen que recorrer una media de 9 km para acceder a una parada de transporte público, frente a solo 2,5 km en entornos urbanos. Además, dedican un 14,1 % de su presupuesto al transporte, en comparación con el 10,6 % en las ciudades.

Las ciudades implican mejor cceso y menos gasto en transporte, si bien los tiempos de desplazamiento son mayores. No obstante, la pregunta en el aire es ¿quién puede permitirse vivir en pueblos y zonas rurales? Un porcentaje relativamente bajo de los profesionales actuales, según el mismo artículo arriba citado.

Asimismo, esta falta de infraestructuras genera un círculo vicioso: sin transporte, no hay empleo ni acceso a servicios; sin oportunidades, la población se reduce; y sin población, no se justifica la inversión en transporte. Esta lógica, profundamente regresiva, está llevando a miles de pueblos a una situación límite.

La otra España también innova (cuando se le deja)

Frente a este panorama, hay experiencias que demuestran que sí es posible articular soluciones de movilidad eficientes y adaptadas al entorno rural. Es el caso de las 377 paradas instaladas por Capmar por toda Castilla y León, que han facilitado el modelo de transporte bajo demanda de la comunidad, que ya atiende a más de 5.000 localidades, con 2.000 rutas activas y 354.000 usuarios registrados. Todo ello con un sistema flexible, coordinado con la atención sanitaria, escolar y administrativa, como explican desde El Economista.

De igual modo, el contexto actual ha generado iniciativas locales innovadoras. En Aracena (Huelva), se ha puesto en marcha un servicio de carsharing eléctrico rural impulsado por Hyundai, facilitando a los vecinos el uso compartido de vehículos en zonas con escasa cobertura de transporte público, mientras que Soria, en cambio, ejemplifica la otra cara de la moneda: un recorte de paradas en 33 pueblos que ya ha denunciado Soria ¡YA!, que argumenta que el estado se ha olvidado, una vez más, de la llamada España vaciada.

Objetivo: reconvertir la movilidad en zonas rurales

En Capmar, lo hemos repetido en numerosas ocasiones: la transformación del transporte público debe empezar por los márgenes. Las zonas rurales no necesitan promesas futuristas, sino un compromiso real con soluciones escalables, flexibles y sostenibles.

Para ello, los sistemas de información accesibles y, sobre todo, el transporte bajo demanda son dos requisitos indispensables y fáciles de instalar y amortizar en el corto y medio plazo. Paradas visibles, infraestructuras adaptadas y modelos de gestión compartida son solo algunos de los pasos necesarios perfectamente viables que las administraciones deben barajar en esta etapa de la transición sostenible.

En las jornadas de Guadix se ha demostrado, otra vez, que no faltan ideas. Lo que falta es el impulso por una reconversión real del modelo de transporte público rural, que sigue pendiente. Mientras tanto, los pueblos seguirán vaciándose, más por falta de conexión que por falta de voluntad.

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