Hace unos días, hablábamos con José Luis Nuñez, consultor sénior de Telefónica, sobre las smart cities y los autobuses del futuro. Durante la charla, aparecieron temas de actualidad y también de futuro, como hacia dónde se dirigen las ciudades, cómo está cambiando el transporte público o qué problemas tradicionales está, progresivamente, minimizando la tecnología.
En el blog, ya hemos mencionado alguna vez como…
- el Big Data —es decir, la gestión de grandes flujos de información y su aplicación práctica—
- y la información en tiempo real, donde la ciudad de Barcelona y otros municipios cercanos del área metropolitana son pioneros
Aplicaciones prácticas: los autobuses del futuro
La realidad es que el transporte público todavía tiene un largo camino para imponerse al privado (ya sabes, la gente sigue yendo a trabajar en coche: a menudo, sin alternativas realistas), y las medidas que empresas como la nuestra pueden hacer en espacios compartidos, como las paradas de autobús, las marquesinas y otros elementos de información y señales son una de las caras prácticas de tecnologías que están revolucionando nuestro día a día.
En otros artículos, hemos visto ciudades que han instalado paradas de autobús que han revolucionado la vida diaria, optimización de procesos, ahorro energético, medidas más sostenibles… Sin embargo, todavía no hemos hablado en detalle sobre las principales tecnologías que permiten está revolución: la Inteligencia Artificial, el Big Data y el Internet de las Cosas.
¿Te apetece acompañarnos y revisar cómo pueden cambiar el transporte público?
Inteligencia Artificial para optimizar rutas y predecir la demanda
La IA está jugando un papel fundamental en mejorar el transporte público (¡y otros sectores!). En especial, en la optimización de rutas y la predicción de la demanda y la oferta de servicios, como ya estamos utilizando en servicios como Capmar Demand.
En un futuro próximo, los algoritmos de aprendizaje automático permitirán a las compañías de transporte analizar grandes volúmenes de datos históricos sobre la afluencia de pasajeros (Big Data), así como las condiciones del tráfico y los patrones de movilidad urbana en tiempo real.
Además:
- Con esta información, podemos ajustar los recorridos de los autobuses en tiempo real, mejorando la puntualidad y reduciendo tiempos de espera
- Las inteligencias artificiales pueden predecir con mayor precisión cuántos pasajeros utilizarán cada parada en distintas horas del día o en condiciones climáticas específicas
De este modo, mejoramos la asignación de recursos, permitiéndonos ajustar, junto a los operadores de transporte, la frecuencia y la capacidad de los autobuses según la demanda, reducir los tiempos de espera y ser más eficientes.
Big Data, centrado en el usuario
En esta transformación, el Big Data es fundamental para el transporte público: se trata de la recopilación y análisis masivo de datos provenientes de múltiples fuentes (móviles, sensores, billetes o tickets).
En Barcelona, por ejemplo, los datos en tiempo real sobre la localización de los autobuses se comparten con aplicaciones móviles y pantallas inteligentes en las paradas. Esto permite a los pasajeros saber exactamente cuánto falta para la llegada de su autobús, lo que reduce la incertidumbre y mejora la percepción del servicio.
De igual modo, el Big Data permite una mejor planificación de las ciudades, pudiendo identificar oportunidades, nuevas rutas o zonas de mayor afluencia. para planificar cambios o plantear modificaciones con las que aplicar medidas de sostenibilidad, optimizando los recursos y reduciendo el impacto ambiental.
Internet de las Cosas (IoT), el futuro de las paradas inteligentes
Por último, el Internet de las Cosas (IoT) se está convirtiendo en la verdadera revolución de las infraestructuras del transporte. Poco a poco, las paradas conectan con los autobuses del futuro: con sensores y dispositivos que permiten una variedad de funciones.
- Medir y comunicar en tiempo real las condiciones del entorno (tráfico, calidad del aire, temperatura)
- Información dinámica sobre la llegada de autobuses, pero también aplicaciones prácticas en formato táctil o en multidispositivos (los QR, por ejemplo, son el primer paso: sencillo, práctico y accesible)
- Rutinas de mantenimiento preventivo de los autobuses, que pueden monitorear los vehículos, pero también los tiempos y otros fallos graves en paradas, marquesinas y mobiliario
En este marco de trabajo, las investigaciones de los últimos años resultan prometedoras y relativamente fáciles de implementar en la próxima década.
En Capmar, ya estamos en ello.
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