Inseguridad en las paradas de autobús - Medidas 2024

La seguridad en las paradas de autobús es una de las asignaturas pendientes, y estamos trabajando para solucionarlo

La seguridad en las paradas de autobús se ha convertido en una preocupación creciente, reflejando uno de los desafíos más importantes que enfrentan las ciudades y el transporte público. A pesar de los esfuerzos por mejorar la infraestructura, e incluso el aumento la presencia policial en algunas zonas, los incidentes de violencia, agresiones machistas y acoso en estos espacios son cada vez más frecuentes.

Si bien, tradicionalmente, los titulares y los medios han dado mayor relevancia a problemas de seguridad vial, como la inseguridad en la conducción (como este caso de El Vendrell), poco a poco, los casos de agresiones han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los usuarios del transporte, especialmente en horarios nocturnos y en áreas periféricas.

In… seguridad en las paradas de autobús

El gran problema es que esta situación afecta a la percepción de seguridad entre los pasajeros (con razón), así como tiene un impacto directo en la movilidad. Dicho de otro modo, muchas personas, especialmente mujeres y gente joven, optan por evitar el autobús a ciertas horas por temor a ser víctimas de algún delito.

Durante décadas, se ha obviado cómo afecta psicológicamente a los usuarios, en especial a las mujeres, que viven con constante ansiedad ante la posibilidad de ser víctimas de un delito: en el transporte público, esto no ha sido una excepción: Ocho de cada diez españolas han sufrido algún episodio de acoso callejero.

Un problema que va desde el propio vehículo, como lleva varios años denunciándose en Ceuta, a las iniciativas para promover la seguridad que se están extendiendo por toda España, que permiten a mujeres elegir donde bajan del bus, es decir, establecer paradas a demanda (en puntos no marcados en la ruta, como se ha planteado en Zaragoza, Vigo, Terrassa y otros municipios catalanes, como Gavà, Castelldefels o Viladecans.

Colectivos vulnerables

En Barcelona, por ejemplo, el NitBus ha marcado paradas a demanda en cinco líneas entre la Zona Franca, Mercabarna y la N9 (municipios de Montgat y Tiana) para evitar situaciones de acoso y proteger a colectivos vulnerables.

Si no se encuentra una solución efectiva, estas dinámicas no solo perpetúan la exclusión social, sino que también agravan la desigualdad, ya que las personas que dependen del transporte público suelen ser aquellas que menos pueden permitirse alternativas como taxis o vehículos privados.

Se unen dos puntos imprescindibles aquí:

  • La pérdida de usuarios en zonas periféricas o en horas menos concurridas, como la noche
  • La dificultad de optar por otras formas de transporte para personas con bajos recursos, en situación vulnerable o en zonas alejadas del centro de las ciudades

¿Es una solución efectiva?

Si bien hablamos de políticas relativamente recientes, las paradas de bus, a diferencia del metro, que sí cuenta con seguridad privada, tienen aquí una asignatura pendiente que todos los implicados (fabricantes, técnicos, administraciones, incluso la sociedad en general) debe tener en cuenta: falta de vigilancia y medidas preventivas adecuadas. Un espacio para innovar y generar un cambio positivo, reduciendo el riesgo en estos espacios.

Mejoras en la seguridad de las paradas

La falta de vigilancia y la ausencia de medidas preventivas adecuadas son factores que contribuyen a este problema, convirtiendo las paradas de autobús en lugares de riesgo. Ante esta realidad, las autoridades y empresas de transporte están trabajando en integrar soluciones que van desde

  • la mejora de la iluminación y la instalación de cámaras de seguridad,
  • hasta la coordinación con cuerpos de seguridad para aumentar la vigilancia en puntos críticos.

El primer punto es algo en lo que se lleva bastante tiempo invirtiendo, con el objetivo de mitigar o reducir actos de acoso y violencia, pero se ha mostrado ineficiente como medida disuaria o, como mucho, ha funcionado a corto plazo.

Vigilancia y medidas preventivas

Por el contrario, países como EEUU, con una tasa de criminalidad muy superior a España, han optado por complementar estas medidas con seguridad privada y oficiales de tráfico en áreas como Austin y Texas (CapMetro) o el distrito de Santa Mónica (Los Ángeles).

Sin embargo, la solución a este problema requiere de un enfoque integral que no solo se limite a medidas reactivas, sino que también incluya la educación y la mejora en la conciencia ciudadana, con el fin de generar un entorno más seguro y confiable para todos los usuarios del transporte público.

Las paradas de autobús, de nuevo, son un reflejo de la vida social y la movilidad urbana, por lo que la inversión en vigilancia y seguridad, la accesibilidad y las medidas preventivas, por ahora, parecen insuficientes.

  • ¿Cuál crees que puede ser la solución?
  • ¿Modificar marquesinas?
  • ¿Crear puntos de seguridad?
  • ¿Aplicar sistemas en tiempo real para la videovigilancia?
  • ¿Invertir en seguridad privada?

En última instancia, la responsabilidad de mejorar la seguridad en las paradas de autobús recae en todos nosotros. Es crucial que, como sociedad, no solo exijamos medidas más efectivas, sino que también participemos activamente en su implementación, ya sea a través de la colaboración con autoridades locales o la promoción de campañas de concienciación.

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