DataHippo - Turismo masivo - Vista de Airbnb BCN

El turismo masivo empieza a afectar a la vida en las ciudades españolas, e incluso al transporte público y la planificación urbana

El turismo masivo es un problema cada vez más grave en España, tanto para la planificación urbanística como para el transporte público y la calidad de vida de sus habitantes. Esto último ha motivado las protestas de las últimas semanas en Barcelona, que son la última prueba de este «empacho turístico».

Algunos titulares de prensa lo dejan claro:

Si la ciudad pertenece a quien la habita, la pregunta es:

¿Cuál es la fórmula para una planificación urbana que compatibilice el turismo y a los residentes?

Críticas al turismo masivo: «Váyanse a sus casas»

Con la boca pequeña, algunos diarios empiezan a hablar del miedo a la turismofobia. En Barcelona, las manifestaciones se cuidaron mucho de condenar al turista de forma individual: protestar contra el turismo masivo, y no tanto contra el turista.

Más allá de las palabras y los gritos de protesta, el descontento se tradujo en «pistolas de agua» con las que mojar a los turistas de algunos bares o terrazas (algo relativamente asumible a treinta y tantos grados, supongo).

En Barcelona, como en otras capitales:

El turismo de masas, además, es un foco para el aumento de contaminación medioambiental (si bien ocurre aquí, y también en aquellos lugares donde nosotros somos el visitante, y no el residente) como por la huella hídrica y las dificultades para controlar la emergencia climática. Algunos piden menos turistas con más poder adquisitivo; otros, defienden que el turismo debe, como mínimo, permitir la vida diaria en la ciudad.

El Ayuntamiento de Barcelona se pronunció en contra de estas manifestaciones y pidió respeto para los visitantes: «Las manifestaciones deben ser compatibles con las personas que visitan la ciudad», compartió (en inglés) Jordi Valls, teniente de alcalde.

Plan de decrecimiento turístico

Pero las protestas contra el turismo masivo empiezan a ser la norma en grandes capitales, y también en ciudades no tan grandes.

Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, anunció la prohibición de pisos turísticos a partir de noviembre de 2028, una medida que muchos consideran tardía, ineficaz e insuficiente, si nos fiamos de X, antes conocido como Twitter. Sobre todo, si implica aumentar las plazas hoteleras, como denunciaba Afectats pel Decret contra Habitatge Turístic, en X.

¿El gran problema que enfrenta Barcelona y España entera? Parece que el turismo es el sector más rentable que tenemos, que sigue creciendo, y que está pagando la deuda pública del país con Europa a toda velocidad. La cuestión es: ¿es este modelo turístico masivo el único posible?

La Assemblea de Barris pel Decreixement Turístic (ABDT) considera que no, y que estos planteamientos, pese a los ingresos que suponen, afectan a la vida de los habitantes y no revierten en un beneficio común.

Amanda Burden (de quien ya hemos hablado en el blog) decía: «Son los espacios públicos los que construyen las ciudades.»

Yo añadiría el transporte, la movilidad, las infraestructuras… y lo cierto es que, hoy por hoy, Barcelona no parece soportar el nivel turístico sin causar un grave malestar a las personas que viven en la ciudad y al comercio local.

Fotografía: (C) El Periódico | DataHippo

Deja un comentario

Abrir chat
1
Hablemos
Hola,
¿Tienes alguna consulta?