El urbanismo sostenible…El urbanismo sostenible son políticas de desarrollo urbano que fomentan espacios que no atenten contra el medio ambiente y que respondan a las necesidades sociales de ese entorno.
El urbanismo sostenible es una aproximación al desarrollo urbano que busca equilibrar el crecimiento de las ciudades con la preservación del medio ambiente, el bienestar social y la eficiencia económica.
Una política ambiental que debe personalizarse según cada entorno, y que ha ganado relevancia en un contexto global marcado por el cambio climático, la urbanización acelerada y las desigualdades sociales. Entre los ejemplos más evidentes tenemos Barcelona, que ha cerrado tráfico y ofrecido espacio a sus residentes en las supermanzanas, Nueva York, que ha aprovechado las viejas vías del tren del West Side para su High Line, o Medellín, que ha transformado áreas urbanas en «parques biblioteca», espacios culturales y educativos para todos.
Los pilares del urbanismo sostenible
El urbanismo sostenible se entiende como una forma de planificar y gestionar el desarrollo de las ciudades y los entornos urbanos de manera que se respeten los límites ecológicos, se promueva la inclusión social y se garantice la viabilidad económica. Por lo tanto, va mucho más allá de agregar parques o cerrar zonas al tráfico, implica un enfoque holístico que integra:
- Sostenibilidad ambiental: Diseño de espacios que reduzcan el impacto ambiental, optimicen el uso de recursos como agua y energía, y promuevan soluciones basadas en la naturaleza.
- Sostenibilidad social: Creación de ciudades inclusivas que prioricen la accesibilidad, la equidad y el bienestar de las comunidades.
- Sostenibilidad económica: Implementación de infraestructuras y estrategias urbanas que favorezcan una economía circular y mejoren la eficiencia en la gestión de recursos.
Este enfoque también busca anticiparse a las necesidades futuras, planificando ciudades resilientes y adaptativas, por lo que el urbanismo sostenible es imprescindible cuando pensamos en ciudades inteligentes.
Movilidad sostenible
La integración de sistemas de transporte público eficientes y ecológicos es uno de los pilares del urbanismo sostenible.
Por ejemplo:
- Redes de transporte multimodal, donde ciudades como Copenhague han desarrollado una infraestructura ciclista avanzada que convive con un transporte público electrificado. Una alternativa integral al modelo tradicional sostenido por el vehículo privado.
- Vehículos sostenibles: En ciudades como Oslo, el uso de vehículos eléctricos ha sido incentivado mediante políticas fiscales y de infraestructura.
- Transporte público de calidad, como el que encontramos en el área de París con Imagine R, o en muchas ciudades que combinan vehículos privados, con trayectos a pie y en vehículos compartidos. En España, destaca Pontevedra.
Diseño de edificios eficientes
El diseño de edificios en el urbanismo sostenible prioriza la integración de tecnologías y materiales que reduzcan el impacto ambiental y promuevan la eficiencia energética. Entre los ejemplos más notables en Europa, están:
- Bosco Verticale (Milán): complejo arquitectónico combina espacios residenciales con vegetación vertical que mejora la calidad del aire y regula la temperatura de forma natural.
- Edificios con certificación LEED: Proyectos como el edificio The Edge, en Ámsterdam, que utilizan sistemas de automatización, energía solar y diseño bioclimático para reducir el consumo de recursos.
Además, el uso de materiales reciclados y sostenibles (incluso en una época donde el Reino Unido está atravesando la llamada cladding crisis) cada vez es más común: madera certificada, hormigón reciclado y paneles solares en nuevas construcciones. A todo ello, se suman mejores políticas de rehabilitación de edificios antiguos para adaptarlos a estándares sostenibles, que contribuyen a la conservación del patrimonio y a la eficiencia energética.
Gestión del suelo
El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana de España enfatiza que el suelo debe gestionarse como un recurso natural esencial. Para esto, la gestión sostenible del suelo incluye estrategias como:
- Reutilización de espacios urbanos: Aprovechar terrenos para nuevos proyectos evita la expansión descontrolada y protege áreas naturales cercanas. Por ejemplo, en ciudades como Bilbao, la recuperación de zonas industriales ha transformado espacios abandonados en áreas culturales y de esparcimiento.
- Corredores verdes: Estos conectores ecológicos no solo mejoran la biodiversidad urbana, sino que también crean espacios de recreación. Curitiba, en Brasil, destaca por integrar parques y zonas verdes dentro de sus espacios urbanos.
- Preservación de suelos agrícolas periurbanos: Al proteger áreas destinadas a la agricultura, se garantiza la seguridad alimentaria local y se reduce la necesidad de transportar alimentos desde grandes distancias.
- Planificación territorial inclusiva: Integrar usos mixtos del suelo que combinen viviendas, comercio y espacios públicos en proximidad fomenta comunidades cohesionadas y sostenibles.
Beneficios de apostar por el urbanismo sostenible
El urbanismo sostenible consigue mejoras a nivel social, ambiental y económico, como:
- La disminución de emisiones de carbono, conservación de la biodiversidad y reducción de la huella ecológica urbana (ambientales).
- La mejora en la calidad de vida, mayor cohesión comunitaria y acceso igualitario a servicios básicos (sociales).
- Ahorro en costos energéticos, optimización del uso del suelo y mayor atracción de inversiones (económicos).
En el futuro, se espera que el urbanismo sostenible juegue un papel crucial en la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos. Las iniciativas internacionales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda Urbana 2030, continúan incentivando a gobiernos y empresas a adoptar este tipo de prácticas. Además, la tecnología seguirá siendo un aliado clave, con soluciones inteligentes como la monitorización de recursos, la señalética urbana y la automatización de infraestructuras.
El urbanismo sostenible representa una oportunidad para transformar las ciudades en espacios más habitables, equitativos y resilientes. Adoptar estas prácticas no solo beneficia al medio ambiente, sino que también mejora la calidad de vida de las personas y asegura un desarrollo económico sostenible.
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Sobre el High Line, de Nueva York, aquí tienes un reportaje fotográfico de su construcción y evolución.